¿Quién disparó a la Esperanza?


“… el bien del pueblo debe prevalecer y será salvaguardado de todo abuso del poder por parte del Estado o de cualquier ente social o económico”.
– manifiesto liberal popular del 9 de enero de 1976. (1)


Esta historia comienza con la confesión de un inquietante sueño compartido: -Ayer noche soñé que disparaba a la Esperanza. -¿Tú también?


¿Cómo es posible que personas cultas, centradas en su trabajo y demás quehaceres diarios, padres de familia, incapaces de matar una mosca, los típicos tontos del culo que en caso de conflicto bélico serían incapaces de sobrevivir, acaben perpetrando un magnicidio onírico con la complicidad nocturna de la almohada?

“Los poderes públicos tienen la obligación de impulsar la práctica del golf”
- declaraciones de la Esperanza en la inauguración de un campo de golf, marzo del 2011. (2)

Uno de los finales de temporada que más impactó en su momento a los aficionados de series de televisión es en el que un alguien disparó a JR (el malote de DALLAS) mientras hacía sus cosas en el despacho, poniendo de moda aquello de ¿Quién disparó a JR? (3), incluso después de conocerse la identidad del culpable. Si algo así ocurriese con la Esperanza, quizá la terrible pregunta que una gran mayoría se plantearía a escondidas no sería tanto quién le disparó, como quién no lo habría hecho a estas alturas o por qué se tardó tanto en hacerlo.

Sin Perdón (4)

“No tener pagas extra me tiene mártir, las he tenido toda mi vida y las echo de menos en Navidad y en verano. No es que haga números a final de mes, ¡es que muchas veces no llego!”
– extracto de la biografía de la Esperanza, 2006. (5)

Atrás quedaron los tiempos de carcajada sana con cada una de las apariciones en CaigaQuienCaiga de la que entonces fuera ministra de cultura y educación en el gobierno del Aznar "centrista"; o aquellos otros tiempos en los que un debilitado partido socialista madrileño, falto de pegamento en sus filas, aupaba a la ahora eterna presidenta de la comunidad. Tanto la lastimera oposición de una de las peores generaciones de políticos (incapaces estos de aportar alternativas coherentes y atractivas para el electorado, en una demostración de ineptitud y/o aburguesamiento del estar por estar para sacar en beneficio propio cuanto más mejor), como la desmotivación y pasividad de unos ciudadanos ante las urnas, le han permitido gobernar en mayoría bajo la sobrevalorada legitimidad que le ofrecen casi tres de cada diez madrileños con derecho a voto.

“No me da la gana que se sepa en qué pueblo de Salamanca está mi finca porque es un sitio muy pequeño. Si yo anunciara mi patrimonio, la gente diría: ¡anda!, si decía que era rica, y no es para tanto”
– declaraciones de la Esperanza en Onda Cero, septiembre de 2003. (6)

Quizá sea por sus chulescas maneras del Madrid más tópico y casposo; o por su falta de respeto ante la prensa y los ciudadanos cada vez que abre la boca; o por querer hacer negocio con la sanidad pública, la educación, el agua; o por alardear de medicina preventiva cuando uno no puede permitirse especialistas de pago como ella; o por su inquietante inmortalidad, ya sea en accidentes de helicóptero, atentados en hoteles extranjeros, o extirpaciones de tumores; o por su ruidosa e interesada omnipresencia en los medios de comunicación, desviando la atención sobre lo que de verdad importa; o por sus ademanes de grande de España cada vez que habla de lo que para ella debemos ser las pobres gentes del pueblo llano; o por haber puesto de moda entre las señoras del antes se vivía mejor y/o con el otro no pasaba esto un estilismo propio de las películas de Paco Martínez Soria; o por la indefinida subida de las tarifas de metro; o por los continuos juegos de palabras a lo donde dije tal era cual y lo que era cual ahora es todo lo contrario y sin acritud; o por ser responsable de una interesada e ineficiente gestión a pagar por aquellos que no hemos tomado ninguna decisión sobre dónde sí y dónde no invertir el dinero de todos; o por promover el nepotismo descarado entre familiares y amigos; o por armar a multitud de bakarrutas y chonis bajo la manida excusa de la seguridad ciudadana; o por llamarme trotskista al manifestar mi descontento en las plazas, cuando soy víctima de la sesgada educación de las actuales carreras de ciencias, y ni tan siquiera sé qué leches significa eso exactamente.

“La enseñanza debe tener toda la financiación y todos los recursos que necesite, y no debe relacionarse con el PIB”
– declaraciones de la Esperanza a El País, septiembre de 1997. (7)

Entonces, ¿quién disparó a la Esperanza?

La Esperanza está siendo brutalmente acribillada por Esperanza, la dueña y señora de todas las armas, con las que nos dispara a quemarropa siempre que puede, en nuestras noches más oscuras, sin disimular el regocijo que ello le provoca.

Censura (8)

“Telemadrid es la única televisión plural que hay en este momento en España… Es verdad que hemos acabado con el pensamiento único socialista-socialdemócrata-democristiano y ahora los liberales tienen también su sitio”
– declaraciones de la Esperanza en junio de 2006. (9)



Créditos
- Artículo escrito por @paperboyalerts
- Imágenes obtenidas googleando en la pestaña imágenes: "JR Dallas", "Esperanza Aguirre", y "Barrel of a gun"
- Montaje y tratamiento de imágenes by @paperboyalerts

(4) Escena de la película "Sin Perdón" de Clint Eastwood
(8) "Censura en Telemadrid" by Reporteros Domésticos

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