Lo que la Seriefilia nos dejó en 2011

A nuestro yo seriéfilo le gusta tomarse las cosas con calma y pastas de té. Rara vez visiona una serie recién estrenada. Prefiere dejarlas madurar dos o tres temporadas, antes de hincarles el diente. Aunque siempre hay excepciones. 

Durante el 2011, nuestro yo seriéfilo se ha hecho adicto a la calidad dramática de MAD MEN (temporadas 2 y 3), a la atmósfera hipnótica de THE CRIMSON PETAL AND THE WHITE (miniserie), a la originalidad y transgresión de THE OFFICE UK (completa) y MISFITS (temporadas 1 y 2), y al descaro y la capacidad de reinventarse constantemente de LOST (completa). 

Aunque no para comerse las uñas mientras devoras un episodio tras otro, nuestro yo seriéfilo también ha vibrado con el perverso humor negro de BREAKING BAD (temporada 1), con el atrevimiento y la inteligencia de LOUIE (temporada 1) y LUCKY LOUIE (completa), con el desparpajo y la libertad creativa de FLIGHT OF THE CONCHORDS (temporada 1), y con la osadía de hacer algo diferente en el panorama televisivo español como ¿QUÉ FUE DE JORGE SANZ? (temporada 1). 

Por último, nuestro yo seriéfilo se ha entretenido los justo con el rollo a lo Batman & Robin que se ha marcado DEXTER en su 5ª temporada, con el desparpajo gore filogay de TRUE BLOOD (temporada 3), con algún que otro homenaje cinéfilo hecho con gracia en COMMUNITY (temporada 1), con la hueca transcendencia de THE WALKING DEAD (temporada 1), y con los cameos made in Hollywood de EXTRAS (temporada 1).