@paperboyAlerts Blog Sessions: ¿Por qué el fútbol es asín?

MALLAS AJUSTADAS PARA LAS MASAS #15.834

Piensen por un momento en el cosmos, con sus estrellas, sus planetas, su materia oscura. Qué apasionante, la verdad. Y ahora piensen en el fútbol, con sus estrellas, sus pantorrillas, su afición. Ya habrán adivinado adónde quiero ir a parar. Pero mira oye, años de evolución sin viagra, cordones para las zapatillas, pajitas para los refrescos, y un buen día alguien pega una patada a una piedra y colapsa el universo. ¿Pero esto es así de simple u oye tú no digas más que aún no sabemos lo que está por venir? Para charlar sobre esta materia inflamable estoy con el Dr. Pauliño de Winton, experto en ciencia futbolística y bisutería galáctica.

Pero cuéntenos, doctor, ¿realmente el fútbol es así, o está en expansión?

Amigo Puntsé, ésa es una pregunta muy hábil y aventurada, pues trata del lado más intangible del fútbol. Y la respuesta es que no hay respuesta, el fútbol es fútbol, ¿qué otra cosa podría ser?

Veamos, dejando a parte las cianobacterias, ¿se podría decir que el fútbol acabó con la guerra de sexos?

Si lo dice por los últimos estudios de la Universidad Pública de Pensacola en los que queda demostrado que las mujeres también son capaces de aplastar latas de cerveza con la frente mientras se rascan los genitales, sí, es cierto, el factor siamés del fútbol no entiende de sexos, de hecho, no entiende de nada, porque el fútbol es fútbol, es así, no podría ser de otra forma.

Desde un punto de vista puramente cuántico, ¿es el fútbol una nueva fuerza de la naturaleza?

Difícil pregunta. Espere que beba un poco de agua. […] Es cierto que si sometes a un país entero a su influencia, dicho país queda paralizado, aletargado, sin defensas. Mientras que en países sin recursos cumple el Principio de la Zanahoria, en países desarrollados crea un efecto opiáceo. Resumiendo, podríamos decir que… ¿de qué estábamos hablando?

Si no le importa, le haré una serie de preguntas rápidas para que usted las responda de la forma más breve posible, y así evitamos quedarnos dormidos, ¿de acuerdo? Bien, ¿se cansa un futbolista de ir de aquí para allá tras un balón?

Es una cuestión de punto de referencia, es decir, ellos no corren, es el estadio el que se mueve.

Y los árbitros, ¿sangran si se les pega?

Como forma biológica que son, deberían.

¿Dónde guarda las llaves del vestuario un portero?

Lo llamamos vórtice anal. Es complicado de explicar. Dejémoslo en eso.

¿De qué color es un gol?

Me temo que sólo los perros en celo y los etílicos en estado comatoso podrían responder a esta pregunta.

¿Sueñan los futbolistas con reporteras deportivas en tanga?

Siempre que cenan pechuga de pollo, sí.

¿Es reciclable un futbolista?

Sí, se le puede dar muchos usos: comentarista, entrenador, director deportivo, etc. Basta con embutirle en un traje de El Corte Inglés, y alisarle el pelo de un lametazo de vaca.

Hablemos de eso amorfo de las gradas: ¿qué es un aficionado, un daño colateral o un mal necesario?

Como en toda relación simbiótica, alguien tiene que pagar los platos rotos.

¿El cuarto árbitro es lo mismo que el octavo pasajero, o todo lo contrario?

Mitad y mitad.

Y por último, porque si no se me cierra el agujero de gusano y tengo algo de prisa, ¿a qué huele el fútbol?

A tigre de Bengala.

Gracias al trabajo del Dr. Pauliño de Winton y de su equipo de chimpancés travestis conocemos un poco más esa dimensión plana repleta de pasiones y tobilleras que es el fútbol.

Ahora, toca reflexionar hasta nuestra próxima cita.

Faustino Puntsé de los Puntsé de toda la vida