El Plan B de "Udangadin"

Houla guapa, soy Udangadin. 




Me recodarás por alguno de mis éxitos actuales como “Uno de los Nóos”, o “Todo por la pasta”… Pedo no hablemos de ti, hablemos mejor de mí. 

Contarte que mi libro favorito es “Crimen sin Castigo”, una revisión mucho más intedesante que el original del Doctor Ievski; que mi película favodita de todos los tiempos es “El Golpe”, aunque últimamente le estoy cogiendo el puntillo al “Presunto Inocente” de Harrison Fodd; y la canción que más me pone es el “My Way” cantado por Sinnata. 

Me considero una persona deportista (repite conmigo: BA-DON-MA-NO). De físico imponente, en muy buen estado, y con mucho gusto y clase. No te desmayes, pedo que sepas que soy pariente de los Borbones. ¿A qué mola? Síp ¡De la Casa Real! De los del caballo y la espada y la corona. Bueno, ya no tanto, pedo el caché es el mismo. ¿Qué cómo lo conseguí? Algún día te hablaré “de cómo conocí a tu infanta”. Pedo ahora no. Ahora sigamos hablando de mí. 

Últimamente mi vida se ha complicado un poco (como ya sabrás, chica lista ¿eh?), y busco amor desesperadamente. Habrás oído las cosas tan feas que la gente está diciendo sobre mí, pedo que sepas que yo no soy así. No, señora. Si alguna vez he obrado al límite y sin ánimo de lucro, lo he hecho por amor. Ni te imaginas lo mucho que me quiero a mí mismo. Incluso a veces, cuando nadie mira, me toco. 

Ummm… 

Seguro que eso te ha puesto caliente, ¿a que sí? Un chicarrón como yo tocándose. 

Ummm… 

Bueno guapa, si además de tener alguna influencia en el Tribunal de Justicia, buscas un amigo de confianza, apuesto y con enchufe, emprendedor, y algo picaruelo, no lo dudes: ¡ponte en contacto conmigo y mi abogado antes del 25 de febrero!


"In Time", Andrew Niccol

Andrew Niccol nos plantea en su última película una serie de preguntas estremecedoras: ¿qué pasaría si tu madre estuviese más buena que tu novia?, ¿o qué pasaría si tuvieses más química con tu abuela, que con tu último ligue?


En un mundo donde, literalmente, el dinero es tiempo y lo de vivir al día adquiere un significado trágico en una sociedad de falsos veinteañeros amenazados por el complejo de Edipo, acompañamos a un ¿indignado? supercool en su viaje iniciático a través del capitalismo darwiniano, junto a una petarda con tacones que se sabe de ficción, y un guardián del tiempo que promete mucho, y apenas cumple nada. 


La nube de lo que más nos ha gustado…



El veredicto…

El aire naif y distante marca Niccol alcanzó su cenit en la evocadora “Gattaca” –su primer trabajo tras la cámara-, por desgracia, el resto de su obra como director –“Simone”, “El señor de la guerra”, y la actual “In Time”- sufre de falta de ritmo narrativo y de imaginación visual. Aun así, la última película del guionista de “El Show de Truman” –donde la mano de Peter Weir convirtió en obra maestra la capacidad de Niccol para fabular sociedades futuras como disección del presente- resulta entretenida y de recomendado visionado en un momento de profunda indignación, donde cualquier reflexión siempre debe ser bienvenida. 


¡Oreja a la BSO del siempre sugerente Craig Armstrong –autor entre otros scores del “Romeo + Juliet” y el “Moulin Ruge” de Baz Luhrmann-! 



Con la mejor de las intenciones

Mi abuela me contó que es por los niños, para oír sus sonrisas, para inyectarles un chute de ilusión, de felicidad.


Si de pequeño alguien me hubiese hablado de lo que el marketing aspiracional le iba a hacer a mis valores, de lo que el sistema educativo le iba a hacer a mi potencial, de que nos programan para acumular cosas que a su vez están programadas para quedarse obsoletas antes de tiempo, de que el sistema sólo me quiere corriendo tras una zanahoria, de que mi comodidad depende de la explotación y aniquilación de pueblos enteros, seguramente no me hubiese enterado de nada, y me habría angustiado ante la posibilidad de quedarme sin mi Amstrad de cinta, mi Casio de infinitos botones, o mi coche de carreras teledirijido.



Ahora sé que mi abuela hablaba de lo mucho que me quería. Lo sé, porque ahora estoy en su lugar. Y eso es precisamente lo terrible, que mi amor sea utilizado para propagar y perpetuar a través del tiempo una mentira de inestimable daño.




Amig@, que sepas que cualquier momento debería ser bueno para desear SALUD, CRITERIO, y AMOR en la cocreación de un mundo más sabio y justo para todos. 


desde mi espíritu #15M



¿Y si la 3ª Guerra Mundial fuese virtual?

Estremecidos quedamos tras la lectura de “La Guerra de las Trincheras” del historietista francés Jacques Tardi, quien, desde un punto de vista humanista, y sin ningún tipo de autocensura a la hora de poner toda la carne en el asador, refleja el horror de la experiencia bélica en el inicio de lo que él mismo denomina la industrialización de la muerte. En sus páginas se suceden las experiencias a pié de trinchera de soldados cuyo único deseo es el de regresar al hogar con sus seres queridos, mientras se ven abocados a una lucha inútil porque otros, los de arriba, lo han determinado así. 

En estos tiempos donde políticos, mercados, tecnócratas, y propagandistas varios buscan sembrar la confusión y la confrontación en la siempre –por desgracia- vulnerable ciudadanía, merece la pena recordar que la historia aquí contada sigue siendo uno de las mayores plagas de la humanidad: LA GUERRA; no tanto por la barbarie en sí que entraña cualquier conflicto armado –catarsis y punto final de la confrontación, más que principio-, sino por la manipulación previa, el recorte sistemático de libertades esenciales, la demonización del espíritu crítico, y la propagación del letal veneno que poco a poco se va inoculando en la población en tiempos de crisis, nublando voluntades a base de ignorancia, miedo, falsos ideales, e interesadas soluciones, con la única excusa de configurar monstruos a los que combatir y aniquilar a cualquier precio, haciéndonos bajar la guardia en nuestros derechos básicos y obedecer a todo lo que se nos dice, si lo que queremos es mantener el mismo estilo de vida. 



Quizá la novedad, casi un siglo después de la Gran Guerra, es que ahora los conflictos armados en los países del primer mundo son virtuales, profilácticos, sin derramamiento de sangre –por ahora-, puesto que las costumbres de antaño serían mucho más incómodas y costosas, y ya nadie invierte a no ser que haya un retorno de inversión claro en recursos naturales… Eso sí, las víctimas, aquellos que sufrirán las consecuencias de las luchas de poder de unos pocos en un escenario cada vez más interconectado, interdependiente y digital, seguimos siendo los mismos. 




Os dejamos una serie de fragmentos extraídos del cómic que invitan a la reflexión, y un vídeo muy currado de DistritoJazz.com sobre otra obra del mismo autor, que trata el mismo tema: “Puta guerra”. 


“A uno y otro bando, alemanes y franceses no tienen un motivo real por el que matarse entre ellos, al igual que en un principio compartían un mismo afán por la guerra. Hoy, les gustaría volver a sus casas y se lamentan de haber obedecido a sus jefes… pero sus respectivos jefes no quieren continuar solos esta matanza… eso simplificaría las cosas, pues todo sería menos costoso, salvaría miles de vidas –puesto que hay menos jefes que esclavos-, pero así no cambiaría nada, pues el hombre no es más que un carnero cuyo matadero es el lugar adonde le han dicho que vaya a descansar…” 


“Binet también detestaba a los habitantes de su inmueble… Pensaba que las ciudades estaban hechas por inmuebles parecidos, que FRANCIA estaba hecha de ciudades. ¡Además, también se había de contar con la población del campo, que tenía mucho que decir! Eso era la Patria. Por ELLA, obligaban a Binet a combatir… ¡Por aquellas gentes! Podría haberse encontrado en las trincheras de enfrente, de haber nacido un poco más hacia el este… una cuestión de azar propia de esta nación… Lo cierto es que no podía haber ningún motivo para morir por ninguna patria… eso es lo que pensaba Binet”. 


“El anuncio hablaba de la mayor plaga creada por el hombre: LA GUERRA. En vez de afligirse, las masas (compuestas de gente que de ordinario se odia) comulgaban en la alegría y el odio. El odio al Alemán, el odio al boche al que íbamos a hacer picadillo… ¡LA GUERRA! En una semana, veinte millones de personas lo dejaron todo para dedicarse a matar a otros hombres. A unos se les dijo: Es la revancha: ¡A Berlín! A los otros les dijeron: NACH PARIS! Y todos, desde el funcionario al obrero, marcharon convencidos de que iban a cubrirse de gloria y a tomarse unas vacaciones. En una semana, todos partieron al frente: los alemanes, los austríacos, los belgas, los rusos, los italianos, los turcos y los franceses… ‘Los hombres son corderos. Eso posibilita los ejércitos y las guerras. Mueren víctimas de su estúpida docilidad’ (Gabriel Chevalier. La Peur). “ 


“Muertos… muertos… ancianos y todavía calientes. ¡Toda una curiosidad! ¡LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL en todo su esplendor! ¡35 países contendientes directa o indirectamente! ¿Has visto las cifras?... ¿Un recuento histórico para el mañana? ¡10 millones de muertos! ¿Cuántos años de esperanza de vida quedaron atrapados en el fango? ¿Cuántos huérfanos? ¿Y mutilados? ¿Y viudas? Sólo en Francia fueron 930 hectáreas de cementerio. Buena tierra para la remolacha, pero sólo con cruces plantadas. Si todos los muertos franceses desfilaran a fila de a cuatro el 14 de julio, haría falta al menos 6 días y cinco noches antes de que el último llegara a pasar… ¡11 distritos, 2.907 municipios, 485.600 hectáreas forestales, 1.923.000 hectáreas de tierra fértil devastada! ¡794.040 casas e inmuebles, 9.332 fábricas, 58.967 km de carretera y 8.333 obras de arte destruidas, es decir: 71.000.000 m3 de escombros!... Sería necesarios 330.000.000 m3 para cubrir los 780km de trincheras del frente… ¿Y el coste de cañones, obuses y demás porquerías? ¡Dos billones y medio de francos en oro!... Por ese precio, cada habitante de Europa –sin contar a los rusos- habría podido percibir una pequeña casa de cuatro habitaciones… ¡Pero a quién le importan las cifras!” 

Vídeo sobre la obra “Puta guerra” realizado por DistritoJazz.com


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