¡Hasta los mismísimos Osamas!

En confidencia:

                               en uno de esos momentos de reflexión wc, acompañados no por el pato, sino por uno de esos mojones gordos y gelatinosos, cuya marcha nos hacen siempre sentirnos más ligeros y esbeltos, llegamos a la conclusión de que el otro Osama Bin Laden, el vivo y apodado como disco duro, debe estar recibiendo una somanta de palos de tomo y lomo en algún cuartucho de paredes sucias e iluminación zumbante; una de esas palizas en las que suelen colgarte de las uñas de los pies o de los pelos de la nariz o, simplemente, te fríen las pelotas a base de descargas, hasta que hablas, te meas, te cagas, o todo al mismo tiempo y no en el mismo orden, mientras piensas aquello de que Guantánamo no es el nombre de un fantasma, sino un estado de ánimo, el número 51 de los guardianes de la libertad y el orden mundial, para que el resto de anónimos podamos hacer la compra un día más. Mientras tanto, el otro Osama Bin Laden, el muerto de cadáver volátil, toca fondo –y cada vez más- en la memoria de la opinión pública, en los debates de la tele y en los de la peluquería, en las razones para clamar venganza de unos, y en los saraos 24hoursnonstop de otros, ignorantes y maleables todos. Dos Osamas, misma persona, diferentes personajes. La mierda de siempre.

            A veces dudamos de que ninguno de los dos haya existido realmente, porque si en algo nos ha educado bien el canal de propaganda yanki en los últimos años es en hacernos creer que los malos malotes a lo Jungla de Cristal son de carne de celuloide, marionetas que nos asustan y distraen de los verdaderos malos malotes, de los otros, de los que están más cerca y conocemos, porque viven entre y con nosotros, delinquiendo a plena luz del día, delante de nuestras narices, mientras señalan con dedo acusador hacia cualquier sombra chinesca, producto de sus mentiras.

            Llegados a este punto, no es necesario ser mayor de 90 años para preguntarse:


            
¡Qué vamos a hacer cuando se nos acabe el papel higiénico?



No hay comentarios:

Publicar un comentario

No te cortes, siéntete libre y ponnos a parir...

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Licencia de Creative Commons
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-SinObraDerivada 2.5 España.