La crítica línea entre víctimas y verdugos

Para intuir la distancia entre el grado de barbarie y de civilización dentro de una sociedad, a veces basta con medir la facilidad con la que víctimas y verdugos acaban confundiéndose en una misma cosa.

Existen sociedades educadas en el terror, que sólo son capaces de engendrar más terror, donde las personas pasan, de la mañana a la noche, de víctimas a verdugos, perpetuando así la genealogía del horror, de la venganza, del rencor. Sociedades ancladas en el pasado, donde la aplicación de la Ley del Talión se erige como motor de barbarie disfrazada de civilización.

Propagación del horror y la revancha vía móvil

Otras sociedades se venden a sí mismas educadas en la libertad y el respeto de los derechos humanos, presentándose como víctimas de verdugos que ellos mismos se encargaron de mantener por puro interés, perpetuando así la genealogía del engaño, del cinismo, de la manipulación. Sociedades interesadas en borrar el pasado, donde la moral y los ideales se adaptan en tiempo real bajo la protección de un dios hecho a medida.

Interesados compañeros de viaje


Otras sociedades defienden a capa y espada su grado de madurez político y democrático tras años de represión, donde las víctimas de la crisis financiera son injuriadas por representantes políticos al tratar de exigir sus derechos, o los verdugos manchados de sangre inocente se autoproclaman víctimas con el descaro de un tiro en la nuca, perpetuando así la genealogía del autoengaño, de la confrontación, del interés propio. Sociedades obsesionadas por reescribir o reinterpretar el pasado, donde lo único que prima es saber quién tenía razón, y quién no.

ETA abandona la violencia

Por suerte, también hay sociedades que no alardean de su madurez o grado de civismo ante la galería, sino que obran conforme a unos principios básicos comunes, haciendo que víctimas y verdugos se muestren a cara descubierta ante una Justicia que representa a todos por igual, sin medias verdades, ni mezclas exóticas, cultivando así la genealogía del respeto a la dignidad humana, de los valores democráticos, del aprendizaje continuo como motor de cambio. Sociedades que creen en el mañana y en su capacidad para recrearlo de forma conjunta.


La revolución silenciosa en Islandia


La revolución pacífica en Egipto


"Caminante no hay camino 
se hace camino al andar" 
Antonio Machado

2 comentarios:

  1. Algunas de esas sociedades mencionadas al principio, son sociedades manipulables, cuyas corrientes ideológicas van en la dirección de la información que se les muestra. Son muchos los casos en los que los verdugos cambiaron de bando sin ningún pudor y el pueblo continuó siendo la víctima.
    La madurez llega con la capacidad (y la voluntad) de análisis. Análisis crítico, por supuesto. Buen post.

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  2. Lo malo de los tres tipos de sociedades que comentas, ese último tipo, tan civilizado, sólo es posible cuando se dan ciertas circunstancias geoestratégicas y psicológicas, o sea, que no está en manos de los individuos decidir en qué tipo de sociedad viven, por mucho que se esfuercen en mantener una u otra actitud. Saco a colación este reportaje sobre Noruega en el País.

    http://www.elpais.com/articulo/portada/manual/buena/vida/elpepusoceps/20111030elpepspor_9/Tes

    Gracias, Paperboy, por iluminar nuestro camino ;-)

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